Suicidio

Claves y mitos sobre el suicidio

Cada año se suicida un millón de personas en el mundo y más de 20 millones lo intentan. Además, las vidas de los familiares y amigos que les sobreviven se ven profundamente afectadas.

El problema del suicidio choca con un muro de silencio y de prejuicios que lo ocultan. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la conducta suicida puede prevenirse si se establecen los medios de ayuda adecuados.

Algunos signos de crisis suicida son:

    • Depresión. Desesperanza. Incapacidad para continuar la vida cotidiana. 
    • Sentimientos de soledad, no tener vínculos sociales.
    • Sufrimiento y dolor interminables por la enfermedad física. 
    • Pensar, o desear, que la muerte es más deseable que la vida. 

Si piensas en el suicidio o conoces a alguien en esa situación:
  • No se debe intentar arreglar la situación a solas 
  • El primer paso es, hablar de tu preocupación con alguien cercano para que te ayude. 
  • Solicitar lo antes posible la ayuda de un profesional: Médico de Familia, Psiquiatra, Psicólogo, Cuidador. 
  • Acompañar a la persona en crisis sin dejarla sola hasta que sea visitada 

Mitos y prejuicios sobre el suicidio
Falso: La persona que dice que se vá a suicidar, es la que no lo hace
Verdadero: De 10 personas que se suicidan, 8 han advertido claramente de sus intenciones a los que le rodean

Falso: El suicidio es siempre imprevisto.
Verdadero: Las personas que se suicidan, dan antes pistas y advertencias sobre sus intenciones. 

Falso: La gente que se suicida está completamente decidida a morir.
Verdadero: La mayoría de las personas que se suicidan están indecisas sobre si vivir o morir. A veces "juegan con la muerte para cambiar la vida" buscando la ayuda de los demás.

Falso: Una persona que se quiere suicidar, se querrá suicidar siempre.
Verdadero: Los individuos que se quieren suicidar, son suicidas durante un cierto período de tiempo, aunque puede repetirse el impulso

Falso: Una mejoría después de una crisis suicida quiere decir que el riesgo de suicidio ha terminado.
Verdadero: Con frecuencia los suicidios tienen lugar dentro de los 3 meses siguientes al periodo de mejora, cuando el individuo tiene la energía de llevar a término sus pensamientos.

Falso: Los suicidios son más frecuentes en los ricos, o por el contrario, tiene lugar casi exclusivamente entre los pobres
Verdadero: El suicidio está representado proporcionalmente entre todos los niveles de la sociedad.
Falso: El suicidio es algo que viene de familia.
Verdadero: El suicidio no sólo es genético sino que está influido también por factores individuales y ambientales 

Falso: Todos los individuos suicidas están mentalmente enfermos. 
Verdadero: Aunque el suicida es extremadamente desgraciado, no tiene que ser necesariamente un desequilibrado mental.  


Si usted está pensando en el suicidio ahora.


Por favor espera y tómate unos minutos para leer esto:
Yo no sé quién es usted, sólo sé que es alguien que siente un dolor profundo, y que no se ve capaz de hacerle frente por más tiempo.
También sé que en este momento está usted leyendo esto, y eso es bueno.
Asumo que está aquí porque está muy preocupado y ha considerado terminar con su vida. Si fuera posible preferiría estar con usted en este momento, a su lado, y hablar cara a cara, pero como no es posible deberemos conformarnos con la comunicación escrita.

No voy a discutir con usted acerca de si debería suicidarse o no, pero si está conmigo todavía espero que signifique que se siente un poco inseguro acerca de sus pensamientos.

Sentirse inseguro ante pensamientos de muerte es normal. De hecho mientras que usted desea morir, al mismo tiempo es posible que una parte de usted todavía quiera vivir.

Espere antes de tomar una decisión tan importante, tiene todo el tiempo que desee, siempre puede suicidarse más adelante.
Muchas personas piensan en el suicidio porque les parece que no les queda otra salida, que no pueden soportar más el dolor. Como le ocurre a usted ahora. No crea por ello que es usted una mala persona por pensar así, o que está loco o es débil. El suicidio NO SE ELIGE, sucede cuando el dolor que sentimos es mayor que nuestros recursos para afrontarlo.

Así, el suicidio no es ni algo correcto ni incorrecto, ni un defecto del carácter o de la moral, es un DESEQUILIBRIO entre el dolor y los recursos para vencerlo.

Se pueden vencer los pensamientos suicidas si:

  1.  Encontramos la manera de reducir el dolor.
  2.  Aumentamos nuestros recursos para hacerle frente.
  3.  O ambas cosas.
No hay remedios mágicos pero también ES VERDAD QUE:

El suicidio es a menudo la solución permanente de un problema pasajero.
Cuando estamos deprimidos tenemos una visión de las cosas muy estrecha y poco objetiva. Con el paso de los días las cosas podrían cambiar completamente.

La mayoría de las personas que han contemplado alguna vez el suicidio posteriormente se alegran de estar vivas. En realidad no querían poner fin a su vida, sólo querían evitar la pena y el dolor.

Ahora voy a decirle unas cuantas cosas que debería considerar:
1. El paso más importante es hablar con alguien. Las personas que como usted se plantean el suicidio no deberían intentar arreglárselas a solas. Tiene que buscar ayuda ahora.

2. Hablar con la familia o con algún amigo o compañero puede aportar un gran alivio al dolor que sentimos. Sentirnos acompañados y apoyados aumenta nuestra capacidad para afrontar las cosas.

3. El tiempo es un factor muy importante y de eso no le falta, es su aliado. Espere antes de actuar.

4. Consulte lo más rápidamente posible a un médico. Si una persona está pasando por un periodo de abatimiento, tristeza y desánimo es posible que sufra una depresión. Este es un estado médico que puede ser tratado con medicamentos o con sesiones de terapia.

Si conoce a alguien que esté pensando en el suicidio

Lo más importante es estar a su lado, escucharle y no dejarla sola.

Escuchar NO ES FACIL, tenemos que controlar el deseo de decir algo, de hacer comentarios, de especificar o ampliar el relato.
No sólo se trata de escuchar los hechos que nos exponen sino de entender los sentimientos que producen en la persona. Se trata de ponerse en la situación del que sufre para poder comprenderle. (empatizar)

Las personas al borde del suicidio necesitan:

1. Que se les escuche, de manera sincera. Sin juzgarles, ni hacer reproches, ni dando opiniones.

2. Alguien en quien puedan confiar y que se preocupe por ellas, que les hable con calma y les tranquilice.

3. No quedarse solos en ningún momento y sentirse protegidos.

4. Que se les acompañe a un profesional lo antes posible.

¿Cómo preguntar acerca del suicidio?

Algunas personas que se encuentran en situaciones de la vida que causan intenso sufrimiento, tristeza, desesperanza; o bien ansiedad o temor intenso; o también rabia y sensación de descontrol, pueden desear dejar de vivir o "dejar de enterarse" de lo que les ocurre.

Se sugieren unas preguntas para conocer si esas personas tienen riesgo de realizar una conducta suicida.
Durante la conversación favorecer que nos explique:

  • Si se siente triste y solo
  • Si se siente desesperanzado y sin salida
  • Si se siente incapaz de hacer las labores diarias
  • Si vivir es una penosa carga
  • Si piensa que la vida no merece la pena
  • Si piensa en el suicidio


Sobrevivir al acto suicida. El día después

La pérdida de un ser querido por suicidio es un hecho terrible, doloroso e inesperado. Puede ocasionar un dolor intenso que puede ser prolongado y que será diferente y único en cada persona que lo sufre.Llamamos "supervivientes" a los familiares o seres queridos de la persona que ha cometido suicidio, y se calcula que en cada caso, hay unas seis personas relacionadas que sufren las consecuencias morales y emocionales derivadas de estas situaciones.

Los supervivientes al suicidio, se encuentran en muchas ocasiones con que las personas de su red social presentan actitudes o creencias negativas o culpabilizadoras sobre el suicidio. Los tabúes y creencias religiosas así como la tendencia a evitar los temas relacionados con la muerte contribuyen a aislar y estigmatizar a estas personas. Si a esto se añade un escaso soporte social, nos encontramos con que existe un elevado riesgo de que presenten duelos complicados, depresión e incluso suicidio

Junto con el dolor que genera la pérdida, suelen aparecer reacciones emocionales diversas, tales como angustia, desprecio, depresión, tristeza, rechazo, abandono, negación, paralización, vergüenza, incredulidad, estrés, culpa, soledad, ansiedad...Estos sentimientos son reacciones normales que aparecen como una expresión del sufrimiento, aunque al principio estas personas pueden sentirse desbordadas por estas emociones, En algunas ocasiones, pueden experimentar alivio, sobre todo cuando el ser querido sufría un trastorno mental.

Los supervivientes se obsesionan a menudo con el motivo del suicidio y con si podrían haber hecho algo por evitarlo o por ayudar al ser querido, lo que puede generar con frecuencia sentimientos de culpa. Otras veces, pueden sentir que los demás les culpan del suicidio, lo que les conduce a negar lo que pasó o esconder sus sentimientos. Esta actitud puede complicar el proceso de duelo.

Lo más sencillo y lo mejor que se puede hacer como amigo es escuchar lo que el superviviente nos está diciendo, sin critica, prejuicios ni juicios de valor. Debido al estigma sobre el suicidio, los supervivientes suelen ser reticentes a explicar su historia abiertamente y manifestar sus sentimientos. Para ayudarle, debemos dejar de lado todas nuestras creencias preconcebidas sobre el suicidio y las víctimas del suicidio. Esto se puede conseguir aprendiendo y conociendo más este problema.

Algunos consejos para ayudar a los supervivientes

  • Pregúntale si puedes ayudarle y cómo puedes hacerlo. Es posible que no esté preparado para compartir su dolor y necesite un tiempo para aceptar la ayuda.
  • Déjale hablar a su propio ritmo; lo compartirá contigo cuando esté preparado para hacerlo
  • Ten paciencia. La repetición forma parte del proceso de superación, y puede que tengas que escuchar la misma historia muchas veces
  • Utiliza el nombre del ser querido en lugar de "él" o "ella". Esto humaniza al fallecido y resulta más reconfortante.
  • Puede que no sepas qué decir, pero eso no importa. Lo que el superviviente necesita es tu presencia y escucha incondicional.
  • No se trata de decirle cómo debe actuar o qué debe sentir. Ya que ésto es individual y diferente en cada persona 
  • Evita frases como "Yo sé lo que sientes"; a menos que también hayas vivido una situación similar 

Los niños como supervivientes

Aunque existe el mito de que los niños no sufren, lo cierto es que pueden experimentar el mismo tipo de sentimientos que los adultos. No obstante, la expresión del sufrimiento puede ser diferente, ya que los niños disponen de menos recursos para expresar sus sentimientos.

Los niños son más vulnerables a los sentimientos de culpa y abandono. Es importante para ellos comprender que la muerte no es culpa suya y que hay alguien que se ocupará de ellos.

El secretismo sobre el suicidio para proteger a los niños puede tener consecuencias futuras. Es importante explicar la situación y contestar sinceramente a las preguntas de los niños con respuestas apropiadas para su edad.